De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud, uno de cada tres adultos en Chile tiene resistencia a la insulina, condición que si no se trata a tiempo puede derivar en diabetes, enfermedad que este 14 de noviembre conmemora su día internacional. En esta línea, Katherine Bugueño, nutricionista y jefe de alimentación de Clínica Bupa Antofagasta, explica la importancia de adoptar hábitos saludables en alimentación y actividad física para prevenir su aparición.

«La insulina es una hormona secretada por el páncreas y que tiene como función procesar la glucosa (azúcar) y transformarla en energía. La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a esta hormona y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Como resultado, el páncreas produce más insulina para ayudar a que la glucosa entre a las células y, con el tiempo, los niveles de azúcar en la sangre suben más de lo normal. Es el paso previo a la diabetes y aumenta el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares, pero también es una oportunidad para cambiar hábitos de vida y evitar que esto ocurra», dice la experta.

Qué cambios hacer

Una vez diagnosticada la resistencia a la insulina es clave tomar medidas para evitar factores de riesgo como el sobrepeso y la alimentación inadecuada, entre otros. Ante esto, Katherine Bugueño entrega las siguientes recomendaciones:

●     Evitar alimentos de alto índice glucémico, como pasteles, bebidas, pan blanco, papa, arroz y pastas refinadas. En su reemplazo, sugiere preferir estos últimos alimentos en su forma integral, que tienen menor índice glucémico y son más saludables.

●     Añadir grasas saludables en la dieta, como las presentes en el aceite de oliva y frutos secos, priorizando los alimentos de origen vegetal frente a los de origen animal. Evitar las grasas saturadas y especialmente las trans.

●     Evitar el consumo de alcohol, ya que éste se metaboliza como azúcar en el cuerpo y eleva el índice glucémico.

●     Restringir el uso de sal, ya que su consumo puede aumentar el riesgo de hipertensión, que es uno de los factores de riesgo de la resistencia a la insulina.

●       Realizar ejercicio físico moderado, tanto de resistencia como de fuerza. La actividad deportiva aumenta la captación de glucosa de forma independiente a la insulina.

●       Cuidar la higiene del sueño, manteniendo los horarios y restringiendo el uso de pantallas.Ello, porque durante el sueño el organismo requiere menos energía y se regula la secreción de la insulina que equilibra los niveles de glucosa en sangre.

●       Controlar el estrés, ya que cuando esto ocurre, el cuerpo se prepara a sí mismo para asegurarse de tener suficiente azúcar o energía listas y disponibles. La respiración diafragmática o el mindfulness son de gran utilidad para muchas personas.

«Es importante adoptar hábitos saludables de manera oportuna para evitar llegar a una enfermedad crónica, como la diabetes. Con una buena planificación de alimentación y deportiva, es reversible en la mayoría de los casos, sin la necesidad de llegar a la medicación», puntualiza la nutricionista y jefe de alimentación de Clínica Bupa Antofagasta