Ante las olas de calor anunciadas para esta semana, con temperaturas incluso sobre los 37°C, es de suma importancia cuidarnos de la insolación.
La insolación es una condición médica que resulta de la exposición prolongada al sol y calor extremo. Se produce cuando el cuerpo no puede regular adecuadamente la temperatura interna, lo que lleva a un aumento peligroso de la misma.
Según explica Camilo Silva, académico de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, “las señales de insolación pueden aparecer de forma repentina y avanzan rápidamente, dentro de estas encontramos: mareos, vómitos, diarrea, frecuencia cardiaca aumentada, dolor de cabeza, confusión, piel enrojecida y sudoración excesiva. En casos más graves, puede haber desmayos y dificultad para respirar”.
Lee más en www.epale.cl