El término del año escolar puede ser un alivio para los niños, sin embargo, para muchos padres, madres y cuidadores es también preocupación por los objetivos no logrados de sus hijos durante el período académico.
Este escenario puede llevar muchas veces a que los padres tomen medidas desesperadas para abordarlos en época de vacaciones. Así lo señala, la académica de la Escuela de Fonoaudiología UNAB y especialista en desarrollo cognitivo, Claudia Figueroa, quien agrega que, en el caso de aquellos aprendizajes que quedaron en proceso de adquisición, cualquiera sea este, los niños no desarrollen intolerancia a enfrentarlos nuevamente.
“Suele pasar que aquello que no es “aprendido” en el aula es una marca para todos los que no lo lograron, como si fuera un pendiente difícil de lograr” explica.
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