El término del año escolar puede ser un alivio para los niños, sin embargo, para muchos padres, madres y cuidadores es también preocupación por los objetivos no logrados de sus hijos durante el período académico.  

Este escenario puede llevar muchas veces a que los padres tomen medidas desesperadas para abordarlos en época de vacaciones. Así lo señala, la académica de la Escuela de Fonoaudiología UNAB y especialista en desarrollo cognitivo, Claudia Figueroa, quien agrega que, en el caso de aquellos aprendizajes que quedaron en proceso de adquisición, cualquiera sea este, los niños no desarrollen intolerancia a enfrentarlos nuevamente.  

“Suele pasar que aquello que no es “aprendido” en el aula es una marca para todos los que no lo lograron, como si fuera un pendiente difícil de lograr” explica.  

A continuación, la docente entrega algunas recomendaciones para incorporar de la mejor manera estos aprendizajes: 

1.     Descanso de calidad para un rendimiento óptimo 

Figueroa destaca la importancia del descanso para la mente y cuerpo de los niños. La calidad del sueño está directamente relacionada con el rendimiento cognitivo, indica, por lo que establecer una rutina de sueño será fundamental en este punto. “Se recomienda dedicar al menos 30 minutos antes de acostarse a actividades de baja intensidad, disponerse en el lugar destinado al sueño y reducir la intensidad de la luz” explica. 

2.       Rutinas diarias para un cerebro organizado 

“No es suficiente solo con dormir” aclara la especialista. Aquí la importancia de las rutinas diarias, a pesar de estar en vacaciones. Según Figueroa, establecer una rutina predecible y regular ayuda a organizar el cerebro, a preparar y disponer a los niños, creando un entorno propicio para un pensamiento más claro y una mayor tranquilidad. Sugiere implementar planners con horarios para comidad, tiempo de ocio, lectura, actividades al aire libre, entre otros.  

3.       Flexibilidad cognitiva y manejo de cambios 

Aunque la rutina es importante, la capacidad de enfrentar los cambios en ella también lo es. “A pesar de que la vida pueda presentar imprevistos, hacerlos parte de un sistema conocido ayuda a que los niños lo manejen de manera más efectiva, regulando su conducta y promoviendo habilidades cognitivas fundamentales para el aprendizaje” explica.  

4.       Actividades lúdicas y comunicación abierta 

Como bien se mencionaba, ante dificultades en los aprendizajes escolares, Figueroa aconseja no desarrollar intolerancia a ellos y buscar estrategias lúdicas para abordarlos. Asimismo, aconseja hablar del proceso de aprendizaje, pues muchas veces los niños aprenden más discutiendo sobre un tema que repasándolo por horas. Propone crear pequeños espacios de aprendizaje en la planificación semanal para evitar la acumulación de contenidos.  

5.       Juego libre y supervisión de pantallas electrónicas 

En este contexto, la experta resalta la necesidad de incluir espacios de juego libre, evitando el uso prolongado de pantallas electrónicas. Recomienda supervisar el uso de tecnología, estableciendo límites de tiempo según la edad y fomentando su participación en espacios compartidos. Además, sugiere utilizar medios tecnológicos de manera educativa, incorporándolos al aprendizaje de contenidos a través de aplicaciones o plataformas. 

6.       Refuerzo positivo 

Finalmente, Figueroa destaca la importancia de motivar y reforzar positivamente el aprendizaje. Sugiere utilizar refuerzos concretos y previamente acordados, como salidas especiales, para incentivar el esfuerzo. Además, resalta la necesidad de motivar incluso por el intento de aprender, evitando el rechazo y destacando los aspectos positivos para promover un ambiente propicio para el aprendizaje durante las vacaciones.