Envejecer no es sinónimo de perder la salud bucal. El envejecimiento es un proceso natural que vivimos todos los seres humanos, y nuestros tejidos dentales y orales no están ajenos a esta situación.

Con el paso de los años, sobre todo pasado los cuarenta, la necesidad de abordar los cambios dentales y bucales asociados a esta etapa se hace imprescindible para alcanzar un buen estado de salud en general.

El Dr. Patricio Jaramillo, académico de la Escuela de Odontología UNAB, señala que estos cambios no solo incluyen el desgaste del esmalte y la pulpa dentaria –el tejido blando dentro del diente –sino también condiciones orales crónicas y patologías como caries y enfermedades periodontales.

En este contexto, el especialista expone las razones fundamentales que respaldan la importancia de las visitas al dentista, aborda la frecuencia aconsejada y proporciona orientación sobre la prevención y tratamiento de condiciones bucales específicas durante esta etapa de la vida.

¿Por qué seguir visitando al dentista?

Para el odontólogo, una de las razones de porqué se debe seguir acudiendo al dentista luego de los cuarenta años es porque las patologías más prevalentes asociadas a la salud bucal y dental pueden seguir produciéndose.

Por otro lado, “en este grupo de edad los pacientes suelen ya haber tenido tratamientos o intervenciones en su boca y en sus dientes, por lo que es fundamental controlar y mantener en óptimas condiciones estos tratamientos para así evitar problemas en un futuro” añade.

La frecuencia de visita para adultos de esta edad deberían ser cada seis meses o, en su defecto, no dejar pasar más de un año sin control. En cualquier caso, advierte el docente, es el profesional quien debiera indicar de acuerdo a cada caso particular la frecuencia más recomendada, pues pueden existir factores específicos del paciente que hagan que se requiera un control más continuo.

Cambios dentales y bucales

El envejecimiento natural conlleva cambios en los tejidos dentales y orales, explica el especialista. Con el tiempo, Jaramillo indica que es normal experimentar desgaste en el esmalte dental, resultando en una apariencia más amarillenta debido a la mayor traslucidez de la dentina, el tejido interno de los dientes.

Además, la pulpa dentaria, comúnmente conocida como el “nervio del diente”, también experimenta cambios, como calcificaciones o pérdida de sensibilidad. Otros problemas como la xerostomía -una mayor sensación de boca seca- y alteraciones de la musculatura próxima a la región bucal.

A pesar de estos cambios, “es crucial subrayar que la pérdida parcial o total de dientes no es una consecuencia natural del envejecimiento, sino más bien un indicador de problemas de salud bucal a lo largo del tiempo” enfatiza el Dr. Jaramillo.

Patologías y condiciones crónicas propias de la edad

Las caries dentales y enfermedades periodontales son patologías orales comunes en adultos y adultos mayores. “Aunque multifactoriales, estas enfermedades suelen ser el resultado de la producción y ataque de placa bacteriana. Aquí la prevención es esencial para evitar complicaciones mayores” indica el profesor de la UNAB.

Asimismo, pone hincapié en que lo fundamental es mantener hábitos de higiene bucal rigurosos en cuanto a frecuencia y técnica de cepillado. Sin embargo, “cuando la prevención no ha sido suficiente, el tratamiento oportuno de las lesiones producidas por estas enfermedades es necesario para poder preservar la salud oral” agrega.

Las caries, por ejemplo, pueden avanzar a tratamientos más complejos, como restauraciones extensas o, incluso, extracciones. Por otro lado, las enfermedades periodontales afectan a los tejidos que rodean y dan soporte a los dientes, evidenciando inflamación y destrucción de estos tejidos.

Pero, aunque sean patologías comunes, asegura el odontólogo, no deben considerarse normales en la edad adulta, subrayando la importancia de la prevención desde edades tempranas y la promoción de hábitos saludables.

Una dieta saludable puede salvar tus dientes

Una arista fundamental para la salud bucal es la nutrición. De acuerdo con Jaramillo, una diete balanceada y el consumo adecuado de nutrientes es fundamental para la mantención saludable de todo el sistema digestivo, en el cual se encuentra nuestra cavidad bucal y sus componentes.

“Por lo mismo, es primordial poder contar con una correcta salud bucal que permita un correcto proceso de masticación y la consiguiente absorción de todos los grupos de alimentos disponibles” explica, “lamentablemente se suele asociar la perdida de dientes como una condición normal que ocurre con el paso de los años y la no rehabilitación correcta de esta ausencia de piezas dentales puede acarrear problemas en el ámbito nutritivo y de salud general”.

Por otro lado, en pacientes de esta edad se mantienen las recomendaciones respecto a la restricción o consumo mínimo de alimentos con altos contenidos de azucares fermentables, así como también se recomienda evitar el consumo excesivo de alimentos o bebidas que generen un PH muy ácido en la boca, como bebidas de fantasía o, incluso, consumo excesivo de limón o vinagre, pues predisponen al desgaste dentario erosivo y formación de caries.